Este lunes 18 de mayo tendremos Luna Nueva en Tauro. Traemos este artículo para reflexionar juntas y no perdernos de nada.
“Hoy en día la espiritualidad necesita ser práctica y sustentable. Práctica porque no es necesario estar dentro de un templo, un monasterio o una iglesia, sino dentro de tu propia casa, en tu trabajo, con tus amigos. Y sustentable, porque es preciso estar en armonía con la materia, con el dinero. Tanto en la necesidad de acumular dinero, como en la negación del mismo, son extremos de la misma moneda – son reacciones que nacen del miedo. Huir de la vida material a través de la espiritualidad no es más que otra forma de materialismo.” — Prem Baba
Mercurio, el mago cósmico, empieza su movimiento retrógrado en Géminis 24 horas pasadas la Luna nueva en Tauro. Mercurio recupera su marcha directa el 11 de Junio. Entre el Lunes y el 23 de Junio Mercurio hará dos cuadraturas con Neptuno en Piscis. En este periodo Marte también hará una cuadratura con Neptuno. La semillas que plantemos en esta Luna nueva tienen un gran poder de repercusión. Será en Noviembre del 2015, con la primera cuadratura de Neptuno y Saturno, donde veremos los frutos de nuestras intenciones presentes florecer. Esta Luna nueva nos ofrece un fractal de conciencia en el tiempo para sostener con paciencia nuestra intención hasta verla expresarse en Noviembre.
Mercurio es el que nos trae un mensaje para estos tiempos. Ahora en Géminis empieza una tarea que culminará cuando Mercurio se encuentre con Saturno en Sagitario en Noviembre justo para la primera cuadratura entre Neptuno y Saturno.
Este tránsito nos indica que una buena dosis de realismo hoy puede hacer una gran diferencia en la narrativa de nuestra vida a largo plazo. Estamos sentando las bases para un proceso que va a requerir que tengamos los pies bien puestos en la tierra, con nuestras prioridades claras, y con una buena práctica de auto-cuido, con tiempo y energía para manifestar nuestro camino en belleza, paz y armonía.
Mercurio retrógrado nos invita tomar conciencia del arte de repetir, de revisar, tratar de nuevo, de volver a hacer, re-evaluar algunos de nuestros procesos, vínculos, pactos. La clave para este tránsito nos habla de que no se puede forzar el tiempo, y que por más que nuestra voluntad quiera ver avanzar los procesos , por más que nuestro deseo quiera ver los resultados de nuestros esfuerzos, el universo nos recuerdo que el ritmo es más importante que la velocidad y que hemos de encontrar el patrón, la base sobre la cual sustentar nuestros sueños , la raíz.
La comunicación interna, la escucha abierta desde adentro, el intercambio de energía a través de nuestros pensamientos y palabras, necesita de nuestra conciencia, de nuestra presencia para ser agente de claridad, impecabilidad, integridad. Esta es la base. Si nuestra comunicación se hace expresión de nuestras insatisfacciones, miedos, dudas, entonces que lo exprese nuestra alma, no como un reclamo, un queja, un juicio o una demanda, sino como una entrega, una confesión de la verdad. Una comunicación deliberadamente consciente, atenta, cuidadosa, que no es agente del control, sino que se expresa desde la confianza de un silencio interno cultivado con amor. Un silencio que se expande y expresa como cuido hacia los demás. Este es un tiempo para estar atentos a nuestros reclamos a través de nuestros pensamientos y palabras. La puerta para esta conciencia interna es la intuición. Ese espacio sentido dentro nuestro que nos muestra la puerta de una verdad inconfundible que honramos de manera tangible cuando la expresamos en vez de disfrazarla o esconderla. Esta Luna nueva y el tránsito de Mercurio nos invita al arte de intuir con amor e impecabilidad.
Entramos un proceso interno de interrogación . Esta es una gran oportunidad de hacernos preguntas importantes, preguntas a nivel de nuestra alma profunda, verdades liberadoras que laten detrás de nuestras máscaras y programaciones de conducta, éxito, valorización, reconocimiento. Rasgamos los velos desde adentro para permitir que lo que está oculto detrás de las capas de olvido se revele y abra sus verdades para que las reconozcamos. Este proceso implica traspasar las trampas de la mente dual, la que mide, compara, evalúa, juzga. Si no hacemos este proceso conscientemente -el de estar atentos a cómo nuestra mente divide, separa, segrega, la realidad- si no encontramos nuestro centro unificado, el tránsito de Mercurio retrógrado se expresa de manera externa.
Tradicionalmente los astrólogos nos avisan de que este no es un tiempo para firmar contratos, comprometernos, para hacer negocio. Esta cautela nos habla de que Mercurio retrógrado nos quiere ver con un ojo hacia adentro y si estamos volcados hacia fuera, la realidad externa nos va hacer de espejo de lo que no atendemos a nivel interno. Es un sistema de auto-cuido, en el que se nos pide escucha, observación y consciencia para que podamos elegir cómo nos posicionamos con el tiempo, la espera, la acción. De ahí que es un buen tiempo para revisar nuestros planes.
Mercurio retrógrado se suma a Saturno retrógrado en Sagitario y a Pluto retrógrado en Capricornio. Este es un periodo de profunda interrogación relacionado al tiempo, ¿a qué tiempo servimos? ¿quién gobierna nuestra vida? ¿qué pulso, ritmo, patrón, seguimos, y porqué? ¿qué tiempo es nuestro jefe? ¿qué tiempo nos da de comer? ¿qué tiempo nos sustenta aquí en la Tierra? ¿cómo hacemos nuestro dinero? ¿de qué tiempo somos esclavos? ¿a quién pertenece nuestro tiempo? ¿cómo podemos aprender, recordar, a crear tiempo limpio, tiempo sano, tiempo libre?
El periodo de Mercurio retrógrado es una transición del pensamiento lineal del hemisferio izquierdo de nuestro cerebro al pensamiento creativo de nuestro hemisferio derecho. Este es un tiempo para la meditación reflexiva e imaginativa, para la danza contemplativa, el trance, o cualquier tipo de trabajo que requiera el uso de nuestro hemisferio derecho. Esta es una invitación a abrazar el valor del pensamiento paralelo, creativo, experimental. Abrazar implica escuchar sin juzgar, sin medir, sin descartar. Solo aceptar lo que emerge y dejarlo ser. La verdad es un sentimiento de afirmación profundo. Es un lugar interno que merece todo nuestro tiempo, respeto y escucha.
En la medida que cada uno de nosotros está liberando creencias y actitudes mentales obsoletas, heredadas de un sistema cimentado sobre el miedo, el castigo y el premio, es importante que nos dediquemos el tiempo para deshacer esos nudos mentales, rigideces que nos llevan al control, a querer dominar el tiempo, la vida, los otros.
Ya que en esta Luna nueva en Tauro sembramos la semilla de un nuevo ciclo, ¿qué pensamiento o actitud nos inspira para esta siembra? ¿qué valor, qué sueño, qué ideal queremos ver florecer de manera activa en los próximos meses, especialmente en Noviembre?
publicado en: lunadeabril.com
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