La experiencia nos ha enseñado que cuando las mujeres se animan a probar un producto de higiene menstrual reutilizable, ya no quieren volver a usar descartables. Inician un camino que termina con todo lo que necesitan para atravesar los días de su sangrado menstrual. Más allá del consumo. Más parecida a la vivencia de tener -nuevas o viejas- las prendas íntimas que necesitamos en nuestra vida cotidiana.
Por qué preferimos usar HOY estas toallitas tan "parientes" de las que usaron nuestras abuelas?
Porque cuidamos nuestros cuerpos
Las toallitas de tela son mucho más higiénicas. Son 100% de algodón, por eso aseguran la circulación de aire y ayudan a la prevención y curación de varios tipos de infecciones vaginales. También evitan irritaciones por rozamiento ¡Se sienten suavecitas como tu ropa interior!
Por la misma respirabilidad no se producen los olores que las otras generan por contacto de tu flujo menstrual rojo y limpio con el plástico y los químicos que tienen las descartables.
La industria de toallitas y tampones descartables, pensada desde un modelo patriarcal que busca desechar y ocultar las particularidades de la feminidad, utiliza sustancias como latex, cloro, dioxinas, polvos absorbentes, que estarán en contacto directo con una zona súper sensible de tu cuerpo. ¡Parecen tan blancas y limpias, pero no podemos lavarlas antes de usarlas, y producen tanto olor en el tacho antes de tirarlas! Es el viejo engaño de que en esos días estamos sucias o impuras.
Al probar formas alternativas de recibir tu menstruación, vas a ver qué linda y pura es la manera en que nuestro cuerpo se prepara para acunar a un bebé.
Con respecto a los tampones, se usan desde hace siglos, hay evidencias de que las egipcias, babilonias y asirias de clases altas utilizaban papiro ablandado como tampones. En la Roma imperial se usaban rollos de lana de calidad y en la Edad Media y en el Renacimiento tampones de algodón. El problema otra vez es quienes y cómo se producen hoy los tampones descartables. Tienen materiales que, puestos ahí, absorberán otros flujos vaginales que contribuyen a tu salud, absorberán mucho más de lo que tu cuerpo desea liberar. Blanqueadores y absorbentes realmente riesgosos como el rayón y la dioxina. Tomate el tiempo de investigar un poquito qué es lo que vas a dejar dentro de tu cuerpo por horas, más allá de lo que dice la cajita.
Porque queremos a la Pacha!
¿Alguna vez pensaste que la primer toallita descartable que tiraste en tu vida puede estar todavía intacta? ¿Cuántas más tiraste luego? ¿Sabías que demoran 500 años en degradarse? Todas las mujeres, alrededor de 35 años de vida fértil cada una, producirán toda esa basura y contaminación. Teniendo otras alternativas ¿tiene sentido? Las toallitas de tela se producen con algodón, fruto de la naturaleza, pueden durarte hasta 10 años! (pensá que las usarás y lavarás mucho menos que a algunas remeras de algodón que quién no se ha resistido a tirar por... ¿cuántos años?) cuando decidas que es tiempo de cambiar alguna de ellas, podés enterrarla, tirarla en tu compost o en tu huerta, y en poco tiempo formará parte de ella.
Porque queremos dar vida a economías más amorosas!
Sentimos que las toallitas descartables son producidas por una industria perversa, que se alimenta de la explotación de sus trabajadorxs y de la destrucción de la Tierra; para ellas somos meros clientes y por lo tanto víctimas de esta relación asimétrica. Así nos idiotizan con publicidades mentirosas y nos obligan a entregarles mucho dinero en cada una de nuestras lunas.
Flor de Luna es un emprendimiento cooperativo, pensado para alegrarnos y permitirnos desarrollarnos como personas mientras trabajamos. Y mientras trabajamos charlamos, compartimos, nos queremos. Sin empleadxs ni patrones, haciendo vida nuestra convicción de que es posible trabajar en lo que unx ama hacer, de manera autónoma.
Flor de Luna es un emprendimiento cooperativo, pensado para alegrarnos y permitirnos desarrollarnos como personas mientras trabajamos. Y mientras trabajamos charlamos, compartimos, nos queremos. Sin empleadxs ni patrones, haciendo vida nuestra convicción de que es posible trabajar en lo que unx ama hacer, de manera autónoma.
Además Flor de Luna forma parte de un colectivo llamado El Enriedo Córdoba, y desde ahí te proponemos darle vida a otras economías, compartiendo productos con personas que se proponen trabajar sin explotación (o sea sin patrón), que buscan construir relaciones horizontales, que ponen en el centro su ser personas, creativas y capaces, dueñas de sus vidas, y que buscan reproducirlas lejos del mercado laboral,tan injusto y degradante. Así te estás sumando a construir otra economía, otras economías que nos van a permitir vivir mejor a todas las personas.
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